Publicación: 15 abril 2024 –
El mercado de los bonos catástrofe (Cat Bonds) nació en la década de 1990 después de dos incidentes en los Estados Unidos: el huracán Andrew de 1992 en Miami y el terremoto de Northridge en 1994 en Los Ángeles, que causaron un colapso casi total de los mercados de reaseguros en Florida y California, que no habían apreciado ni modelado la creciente concentración de propiedades en estas zonas de rápido crecimiento, y el alto riesgo en las décadas anteriores, por lo que estaban muy poco preparados para afrontar el coste de los desastres catastróficos asegurados.
¿Qué son los bonos catástrofe?
Estos productos son instrumentos financieros diseñados para transferir riesgos relacionados con catástrofes naturales o eventos específicos a los inversores del mercado de capitales con los que el inversor se convierte en asegurador de catástrofes naturales como huracanes, terremotos o tsunamis, para protegerse de pérdidas financieras significativas.
A cambio de asumir el riesgo, los inversores reciben pagos periódicos de intereses, similares a los bonos tradicionales, pero si ocurre un evento catastrófico especificado en el contrato, durante el plazo del bono, los inversores pueden perder parte o la totalidad de su inversión y estos fondos se utilizarán para compensar las pérdidas aseguradas.
Las ventajas de los bonos catastróficos
Desde un punto de vista inversor, los Cat Bonds presentan las siguientes ventajas frente a otros activos:
- Diversificación de la cartera: Ofrecen a los inversores la oportunidad de diversificar su cartera, ya que su rendimiento no está correlacionado (0,25-0,30 contra renta variable o renta fija) con los movimientos del mercado de valores o de otros instrumentos financieros tradicionales.
- Retornos atractivos: Además, ofrecen retornos atractivos, ya que suelen ofrecer rendimientos más altos en comparación con otros bonos de similar duración y calificación crediticia. En la actualidad, estos bonos están en retornos muy interesantes con los diferenciales frente a bonos corporativos en máximos históricos puesto que la inflación ha incrementado los costes de reconstrucción, provocando un aumento significativo en las primas de estos seguros.
- Protección contra eventos catastróficos: No obstante, los Cat Bonds también conllevan el riesgo de incurrir en pérdidas totales, si ocurre un evento catastrófico durante el plazo del bono. Un riesgo que se reduce significativamente comprando a través de fondos que ofrecen una diversificación adecuada. A modo de ejemplo, el índice de Cat Bonds tuvo su peor comportamiento en los huracanes IAN y Katrina, donde cayó aproximadamente un 5-7%.
Es lógico plantearse cómo afecta el cambio climático al incremento del número y fuerza de estas catástrofes, pero dependerá mucho del tipo de catástrofe del que hablemos. No influirá igual en incendios que en huracanes o terremotos. Lo cierto es que los sistemas de seguimiento y predicción son cada vez más acertados, ayudando a reducir los daños producidos por estas catástrofes. Además, estos modelos sirven para valorar y predecir también los daños que se pueden producir, dando una información más completa al inversor en estos bonos para valorar el binomio de rentabilidad/riesgo de cada uno.
Innovación a la hora de invertir
Los Cat Bonds ofrecen una forma innovadora de invertir que diversifica las inversiones financieras más tradicionales y ofreciendo un retorno atractivo. Antes eran solo accesibles a clientes institucionales, pero ahora pueden ser adquiridos vía fondos en cualquiera de las plataformas de fondos existentes en España. Por eso es interesante echar un ojo a la oferta existente, siempre teniendo en cuenta que, antes de invertir en estos instrumentos, es esencial entender los riesgos que implican, la liquidez, cómo se ajustan a la cartera de inversiones y hacer una evaluación rigurosa de las mismas.
De cara al futuro cabe esperar que, dentro de estos fondos, empezamos a ver la cobertura de otros riesgos. El mercado que parece más prometedor es el de seguros de ciberseguridad, que ofrece ventajas importantes como conocer en tiempo real cómo están las defensas contra un ataque, un mercado que puede ser muy grande y tener una gran liquidez.
Rafael Ciruelos.
Socio y director de selección de fondos de Diaphanum
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